El tesoro del conde Reuven
Crimen
Resilencia.
Ganancia 0.
Aumenta la ganancia en 1 por cada carta de crimen de tu mazo inicial.
Despliegue: crea una carta de crimen de bronce con un costo de reclutamiento igual o menor que el exceso de monedas obtenidas de la ganancia.
Cada vez que ganes monedas, obtienes una cantidad de contadores igual al exceso conseguido.
Al final de tu turno, resta 1 del contador y obtiene una moneda.
Contador: 0.
Ganancia 0.
Aumenta la ganancia en 1 por cada carta de crimen de tu mazo inicial.
Despliegue: crea una carta de crimen de bronce con un costo de reclutamiento igual o menor que el exceso de monedas obtenidas de la ganancia.
Cada vez que ganes monedas, obtienes una cantidad de contadores igual al exceso conseguido.
Al final de tu turno, resta 1 del contador y obtiene una moneda.
Contador: 0.
Resiliencia: estado que permite que una unidad permanezca en el campo de batalla al final de la ronda, después desaparece.
Nota: las potenciaciones y la armadura no pasan a la siguiente ronda.
Ganancia: ganas un número específico de monedas al jugar esta carta. Solo puedes tener un máximo de 9 monedas.
Despliegue: activa esta habilidad cuando se juega la carta.
Crea: genera una de tres cartas elegidas al azar de la fuente especificada.
Moneda: principal recurso del bajo mundo de Novigrado que sirve para pagar tarifas y tributos. Solo puedes tener un máximo de 9 monedas. Tu conteo de monedas se reduce a la mitad (redondeado hacia abajo) cuando pasas a la siguiente ronda.
Nota: las potenciaciones y la armadura no pasan a la siguiente ronda.
Ganancia: ganas un número específico de monedas al jugar esta carta. Solo puedes tener un máximo de 9 monedas.
Despliegue: activa esta habilidad cuando se juega la carta.
Crea: genera una de tres cartas elegidas al azar de la fuente especificada.
Moneda: principal recurso del bajo mundo de Novigrado que sirve para pagar tarifas y tributos. Solo puedes tener un máximo de 9 monedas. Tu conteo de monedas se reduce a la mitad (redondeado hacia abajo) cuando pasas a la siguiente ronda.
La célebre blasfemia de Dijkstra expresada en más que palabras.
Ilustración de: Karol Bem
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